Autocuidado ante eventos que trastocan nuestra Salud Mental
Por: Carmen Santos y Leiny Porquín
Estudiantes en práctica clínica del Programa Graduado de Maestría en Consejería Psicológica,
UIPR – Recinto Metro
¿Alguna vez haz sentido que comes o duermes poco? ¿Te has sentido con poca energía, confundido, angustiado, con miedo o con dificultad para completar tareas cotidianas? Si la respuesta es sí, puede que sea señal de que es momento de pausar.
Como estudiantes es muy común sentirnos abrumados por las múltiples responsabilidades que se tienen. Sin embargo, este sentimiento puede tornarse exponencial ante eventualidades que desatan una “lluvia de emociones” y retos. Recordemos lo que ha traído a nuestras vidas situaciones, como, por ejemplo, el paso de huracanes o terremotos en la isla. Un evento reciente que hay que destacar es la pandemia de COVID 19 que inició a finales del 2019. Este suceso con alto impacto social ha resultado difícil de asimilar para muchos. Por otro lado, aspectos culturales, vinculados con el estatus económico, contexto familiar, el estilo de vida e inclusive la etapa del desarrollo que se atraviesa impactan nuestro bienestar y la calidad de vida. Dicho esto, qué es y por qué es importante que como estudiantes practiquemos el autocuidado.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el autocuidado se define precisamente como una práctica estimulada que implica una actitud activa y responsable con respecto a la calidad de vida. El practicar autocuidado nos ayuda a fortalecer nuestra autoestima, capacidad adaptativa, estrategias de afrontamiento, mantener actitud positiva e inclusive mayor productividad. El autocuidado implica velar por todos los aspectos que componen la vida: físicos, mentales, espirituales, sociales y emocionales.
El autocuidado físico se asocia a las acciones que tomamos para sostener el bienestar de nuestro cuerpo. Esto incluye desde hacer ejercicio hasta tener una dieta balanceada. La idea de autocuidado mental se relaciona con toda acción que cultive el desarrollo óptimo de nuestra mente, pensamientos y cómo los procesamos e interpretamos. Así como ejercitamos el cuerpo para sentirnos saludables, nuestro “cerebro” también necesita actividades de cuidado.
De otro lado, el autocuidado social consiste en la relación con nosotros mismos y con nuestros pares. Este aspecto social se ve impactado por el autocuidado emocional, pues la interacción social y se ve influenciada por la capacidad de reconocer y manejar nuestros afectos y emociones. Finalmente, el autocuidado espiritual se refiere al vínculo que establecemos con nuestros valores personales. Se trata de lo que consideramos importante para conectar con nuestra particularidad. Este último, y su integración con los otros aspectos del autocuidado, se pueden fomentar mediante la meditación, el yoga, la danza e incluso con la escritura reflexiva.
Algunas actividades que puedes implementar para trabajar autocuidado en cada uno de los componentes antes mencionados son:
- Ejercicios
- Cuidar tus horas de descanso y sueño
- Mantener citas de revisión médica con regularidad
- Alimentación balanceada
- Planificar tiempo para ti durante la semana
- Conectar con tus valores
- Realizar labor comunitaria
- Meditar u orar
- Cuidar la información que consumes en plataformas digitales
- Validar tus emociones y manejarlas saludablemente
Como estudiantes no debemos subestimar el buscar ayuda para mejorar situaciones de nuestra vida que nos están impactando directa o indirectamente. Desde la perspectiva psicológica existen modelos de intervención que permiten asistir a las personas que solicitan acompañamiento para trabajar en su autocuidado como prioridad. El Modelo de Autocuidado de Orem se focaliza en la necesidad que tienen las personas en desarrollar habilidades especializadas sobre aspectos cognitivos, conductuales y emocionales. Esta capacidad permite que las personas tomen mejores decisiones acerca de su estado de salud y emprender acciones dirigidas a su bienestar. Otro modelo que se utiliza es el Promotor de Salud de Nora Pender, este presenta un enfoque preventivo mediante la práctica de estilos de vida saludables.
Es importante recordar que no tenemos control de algunos eventos que trastocan nuestro estado de ánimo, pero sí podemos trabajar con cómo manejar cómo los enfrentamos. Esto incluye estar atentos a no descuidarnos, establecer límites saludables y, sobre todo, reconocer cuando es tiempo de conectar con nosotros mismos para poder hacerlo con los demás. La Inter Metro te invita a utilizar la aplicación de Headspace para encontrar ideas sobre autocuidado.
Como parte de la iniciativa RETOS, te exhortamos a que, si necesitas ayuda para trabajar y manejar situaciones complejas, no dudes en comunicarte a la Clínica de Servicios Psicológicos de la Interamericana, Recinto Metropolitano. Allí contarás con el apoyo y la asistencia que buscas para alcanzar tu mayor potencial y bienestar. Comunícate al teléfono: (787) 250-1912 ext. 2455, o visita directamente el edificio de la Clínica dentro del recinto. Para más detalles, puedes ingresar a: https://metro.inter.edu/servicios-psicologicos/
A modo de cierre, te compartimos un video en el que te invitamos a reflexionar sobre la importancia de escogernos a nosotros mismos, colocarnos como prioridad y apostar por adoptar hábitos saludables a nuestro estilo de vida que fomenten mejor autocuidado.
Enlace del video Hábitos Saludables de Egarsat Mutua: https://youtu.be/czmZ6aKCUZA
Bibliografía consultada
González Reguera, Maricela, Paz Gómez, Noelvis, Prado Solar, Liana Alicia, Romero Borges, Karelia. (2014).La teoría Déficit de autocuidado: Dorothea Orem punto de partida para calidad en la atención. Revista Médica Electrónica, 36(6), 835-845. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1684-18242014000600004&lng=es&tlng=es.
Aristizábal Hoyos, Gladis Patricia, Blanco Borjas, Dolly Marlene, Sánchez Ramos, Araceli, Ostiguín Meléndez, Rosa María (2011). El modelo de promoción de la salud de Nola Pender. Una reflexión en torno a su comprensión.Revista Electrónica, vol. 8 No.4, 1665-7063. https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-70632011000400003
Directrices de la OMS sobre intervenciones de autocuidado para la salud y el bienestar. Washington (DC): Organización Panamericana de la Salud; 2022. ANEXO 3, REVISIÓN EXPLORATORIA: DEFINICIONES DE AUTOCUIDADO SEGÚN LA OMS. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK586739/